24/12/09


"Fue así como Phileas Fogg ganó la apuesta. Había realizado en ochenta días aquel viaje alrededor del mundo. Había empleado todos los medios de transporte: transatlánticos, trenes, coches, yates, barcos mercantes, trineos, elefantes... El exéntrico caballero había desplegado en la aventura sus extraordinarias cualidades de precisión y puntualidad. ¿Y después? ¿Qué había ganado con semejante desplazamiento? ¿Qué le había reportado el viaje?

¿Me dirá alguien que nada? Nada, de acuerdo, si no es una encantadora mujer que, por inverosímil que eso pueda parecer, hizo de él el más feliz de los hombres. ¿No se daría por menos de eso la vuelta al mundo?".



Julio Verne
La vuelta al mundo en 80 días

18/12/09


Tus dulces palabras retumban en mis oídos como faquires mientras el silencio revive la soledad ¿Dónde quedaron los sentimientos que encendían tus ojos como dos soles en pleno enero? Decime qué hago con los abrazos, besos y caricias que no te di. Sé que no puedo obligarte a que vuelvas, a que seas lo que soñé por nosotros; pero al menos dame una explicación que calme la angustia de esta ausencia inesperada e inoportuna. Mas quisiera que inventes una excusa creíble a esta muerte súbita que no te abruma como debería, porque sólo vos sabés cada una de las promesas que se lleva el viento a mares que desembocan en ningún océano. Hoy, cuando tendría que regocijarme de felicidad entre tus brazos, me devora la impaciencia. Decidiste abrirle camino a los miedos y dejaste que los fantasmas del pasado avasallaran un verdadero amor. No hay peor traición que el desamor.

17/12/09


Creyó que era un príncipe y le agarró salmonelosis.

16/12/09



Sin vos el tiempo es una suma indefinida de desperdicio. Me desespera sentir que pasan las horas y que nunca más volveré a escuchar tu voz. De la cama al living, del living a la cama y de la cama a ningún lado. Y ni siquiera puedo gritar que te extraño, que me destrozaste el corazón en mil pedazos y esparciste sus partes quién sabe por dónde. Debo mantenerme firme, con mi sonrisa de hojalata, tratando de convencerme de que tu excusa es compartida y de que algún día volveremos a estampar nuestros cuerpos en un abrazo eterno. Aunque miento, no volvería a arriesgarlo todo como ya lo hice. Estoy cansada de perder la partida antes de que se pongan las cartas en juego.
La niña-mujer tiene una sola convicción que gobierna su vida: la de creer que en algún momento, sea a los 20 o a los 74, va a encontrar a su príncipe azul. Esa única certeza incluso despierta incertidumbres cuando aparece ese amor indescriptible y es correspondido sin mediar interferencias (llámese ex novias, madres posesivas, amigos que lo odian, histeria exagerada, duelos eternos, inestabilidad emocional, infidelidad compulsiva, entre otras).
¿Y si se destiñe con el tiempo? Podría volverse gris, verde y hasta rosa (lo que sería genéricamente irreversible).
A veces se siente estúpido, después de tantas desilusiones -de haberse casado tres veces y haber parido más de ocho hijos imaginarios de distinto padre, pensar que se puede volver a confiar y aprender nuevamente a diferenciar la parte del todo. Pero bastan un par de ojos negros para saber que solamente esa mezcla indefinida de sentimientos es la que te hace niña-mujer con la convicción y la fortaleza para alzar los castillos de arena necesarios hasta hallar al verdadero príncipe azul.

15/12/09


Muchos creen que el amor y los números poco tienen que ver, pero a veces las estadísticas también aportan datos sustanciosos sobre ese sentimiento tan especial, que enriquece, envuelve y modifica absolutamente todo.


Según un estudio elaborado por la prestigiosa Universidad de Corazones Idiotas, el 70% de la población mundial no tiene ni la más pálida idea de qué se trata el amor. De acuerdo a las estadísticas, un 60% correspondería a personas de género masculino. Entre los principales errores cometidos por los hombres incluidos en esta muestra representativa, el 89,9% coincidió en: prometer lo que no estaba dispuesto a cumplir, confesarse enamorado antes de lo debido y llevar a cabo lo que comúnmente se conoce como "un trabajo fino" para lograr aquello que después no supo valorar.


Muestra: 1 billón de personas.
Margen de error: frustraciones, fracasos y desilusiones.
Resultado: 50 millones de corazones rotos...



"...Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño..."
Joaquín Sabina

6/12/09

Perdida en medio de la nada, abrumada e insólitamente vacía. Esperando un sentido que sólo yo puedo ponerle a la vida, pero que no encuentro en ningún recoveco.

25/11/09

Incógnita


Si deciden trasplantarte el corazón
¿Qué pasa con los sentimientos?

8/9/09

Como la basurita que se te mete en el ojo y te impide pestañear sin recordar que está ahí, en algún recoveco de tu cavidad ocular, quizá a punto de rayarte la córnea para toda la vida. Así se sienten los días grises ¿Qué podés hacer? Baños de té frío; una revisión exhaustiva -mirar arriba, abajo, al costado, al otro costado- con la nariz pegada al espejo del baño; guiñar un ojo durante cinco o diez segundos y frotártelo suavemente para que una lágrima artificial se lleve consigo el malestar; colirio tres veces al día, pero únicamente cuando el reloj marca horas pares; y hasta dedicarte exclusivamente a pensar, no sea cosa que la situación empeore al forzar la vista. Sin embargo, las tácticas aplicadas para la basurita - que se te mete en el ojo y te impide pestañear sin recordar que está ahí- no dan resultado. A pesar de que la sensación es exactamente la misma: ahí en algún lugar de tu cavidad ocular, quizá a punto de rayarte la córnea para toda la vida. Así se sienten los días grises.

7/9/09



Siempre rodeada, como un oasis indescifrable en medio del caos, para ella los años pasaban con un único objetivo en la mira: encontrar su lugar en el mundo. Con los pies maltrechos, tanto como el alma, anduvo por caminos inciertos. Momentos, sólo eso. Pasar el tiempo y andar, a lo largo y ancho; norte, sur, este y oeste. Sin rumbo hasta hallar ese lugar. Allí, un tesoro oculto transformaría su vida en colores.
“Sobrevivir”, repetiría aquel tío de consejos certeros. Pero ella se resignaba a creer que en eso consistía esto de los ciclos, nacer, crecer y morir; la vida y la muerte. “Tiene que haber algo especial”, se repetía a sí misma. Sabía, con seguridad, que algún día las horas transcurridas le devolverían cada paso dado contra el viento con una brisa primaveral constante. Estaba convencida de que tendría que recorrer kilómetros y dirigir la brújula a espacios recónditos del globo terráqueo, pero en el preciso momento del gran descubrimiento ese mundo inmenso e inabarcable se reduciría a un lugar, el lugar, su lugar.
Durante el recorrido, su imaginación abocetó el misterioso futuro paraje: aire fresco, caricias, susurros… silencio; lagos, besos, miradas… silencio; sol, abrazos, palabras… silencio. El borrador se alteraba o permanecía intacto según el ánimo diario. De todos modos, las variaciones eran de forma más que de contenido. Sin dudas, ella tenía más que un borrador en mente.

Las agujas completaron mil vueltas, y otras mil.

Aparecieron los primeros pliegues en su piel , pero sus ojos conservaron el mismo fuego que alimentó los primeros pasos.

Y llegó aquel día, inesperado a pesar de la espera, en que sintió la certeza de que la búsqueda había llegado a su fin. En sus brazos y en su mirada encontró su lugar, la paz que necesitaba.

25/8/09


No me alcanzan los dedos, los ojos, los brazos. Ni siquiera la boca. Nada es suficiente. Menos el tiempo que se escurre entre tus palabras y caricias a la perfección. Vuela sin permiso. Y ya te extraño, te extraño incluso cuando estamos juntos porque no me alcanza. Necesito tu cuerpo, pero no llego a tocarte. Mis manos se quedan a mitad de camino, esperan tu sonrisa que asiente en silencio. Pero no me alcanzan las risas, los guiños, las muecas. Ni siquiera la boca. Nada es suficiente.

19/8/09

Escrúpulo

Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
que estas manos son mías,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo sean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
yo no aseguro nada.

Oliverio Girondo

16/8/09

El tiempo nos devora, arrasa nuestras horas de amor. Deseo que sea eterno, pero se deshace el tiempo entre tus brazos y no me alcanza.

12/8/09

Mi nuevo laberinto

Un día me levanté y ya estaba ahí. Mirándome así de costado, como observa un tramposo compulsivo en medio de una partida de truco convencido de que nadie lo ha detectado. Me miraba con recelo pero no tenía qué perder, ya había empeñado el corazón en viejas ilusiones. Mientras tanto, el bendito reloj de arena - que sólo funciona al son de la gravedad- empeoraba la situación. Miré a mi alrededor, y estaba solo. Solo en un mundo que, de repente, se había vuelto ajeno, extraño. Di vueltas en círculos, traté de revisar mis bolsillos. Había sólo un billete de diez pesos. Aunque hubiera sido de cien, no me serviría en esa dimensión desconocida. El sol me pegaba en la frente, pero no tenía ganas de quitarme la camisa. Fue bajo ese brillo ardiente que llegaron el barbero y el hombre de la nariz gigante. “Puedo darte una tijera”, dijo el barbero. El hombre de la nariz gigante me sonrió y dio la mano.
Mis mejillas se tornaron de color púrpura. Ese hombre acababa de descubrir aquel secreto que había ocultado durante años sin mediar inconvenientes. El cuerpo comenzó a moverse por un repentino mal de Parkinson y las manos cubiertas de sudor hicieron un movimiento en falso casi imperceptible.
Sonreí, presa de una locura que no parecía tener intenciones de desaparecer. El cuerpo se sacudió con violencia, tuvo convulsiones propias ya no de un muerto, sino de la muerte. “Adiós”, me dije a mí mismo y a ella, que nunca había estado más que en mis pensamientos: lo que llamaba su tormenta a la distancia. Caminé alejándome, secándome de la frente las gotas de transpiración, cansado por lo que acababa de ocurrir. Ya no sonreía, trataba de pensar, hacer pie. Pensé en correr, pero no tenía sentido. Me puse los lentes que me cubrían del sol y la culpa, y seguí alejándome.

El barbero me miró nuevamente como aquella primera vez, de costado, con recelo. Me siguió con la vista hasta que tomé la curva a la derecha. No sabía dónde me llevaría pero necesitaba huir de sus ojos. “Le temo”, confesé en voz alta. La muchacha que pasó a mi lado debió voltear su cabeza al escucharme y se acercó suavemente. “¿Está bien?”, disparó dulcemente. Alcé la vista y me quedé atónito. Una dama joven de piel canela y ojos color cielo había rozado mi cuerpo mientras me escapaba de mi secreto -que ya no era secreto para ese entonces- y no la percibí. “Mi hombría flagelada por el miedo”, pensé en el segundo en el que ella esperaba una respuesta que por cortesía debía ser “sí”. Pero me atreví a robarle algunos minutos más, ya fuera del alcance visual de aquel hombre.
El semáforo que se erguía a algunos metros no cambiaba de color, y aproveché para no cruzar. Le pregunté qué se sentía al estar siempre así, clavado en la tierra de un pueblo que parecía la paz, pero no cambiaba, no giraba sobre ningún eje, no avanzaba ni retrocedía. Siempre mostrando las mismas señales, viendo los mismos sitios, esperando a la misma gente.
-¿No es como un laberinto? –le pregunté.
-En los laberintos uno se pierde –explicó con parsimonia –Aquí uno está encerrado en una caja hermética. Ya quisiera que se rompa y entre la luz. A mí la luz me encandilaba, pero ella parecía buscarla desesperadamente. Parecía no haber visto la luz ni sentido el viento ni sufrido el amor a causa de su encierro. Sin embargo, daba envidia su integridad espiritual.

AC/RT. Técnica aplicada: cadáver exquisito.

8/8/09


Corazón cansado de sentir dolor, de creer en falsas ilusiones.
Corazón valiente aprende a ser cobarde, a amar sin darlo todo, a protegerte del desencanto.
Corazón, tu entrega desmedida son las cicatrices que marcan tu esencia.
Corazón que enfrentas tus miedos en vano; corazón que nunca aprendes, que nunca olvidas.
Corazón iluso, infantil, fantasioso.
Corazón sin barrera, en carne viva.
Corazón de porcelana, desgarrado en pedacitos de cristal.
Corazón desamparado en el frío de la soledad.
Corazón hundido en la melancolía.
Ha comenzado el duelo, corazón sin vida.

3/8/09

Hoy que todo sabe a primavera, no extraño aquel amor menguante que era entre dos pero sólo soñaba uno.

14/7/09

¿Vas a decir que nunca es tarde cuando nada queda de aquel amor indescriptible que alguna vez me hiciste sentir y tan poco valoraste? No creas que guardo rencor, aunque es desgarrante el sabor amargo del fracaso tras haber dejado el alma en cada beso ¿Cuántos amores así escribirán su historia con el paso del tiempo? Lo peor es esta hermosa tranquilidad que ronda en el aire ahora que no estás, y que me recuerda una y otra vez el acierto de este adiós.

13/7/09

Me fulminaste con una mirada, fue un golpe bajo al ventrículo izquierdo de mi corazón, y me quedé sin palabras. Muda, yo que soy verborrágica incluso mientras duermo. Así volví a caer en la trampa y tuve que reconocer mi error: no conocía los ojos más hermosos del mundo. ¿Pero qué hacemos con eso?¿Pensarás que estoy loca si digo que estoy enamorada de él, pero convencida de que mi destino está a tu lado? ¡Por favor, no lo confieses! Guardate ese dulce secreto que revelaste sin intenciones en aquel instante. Quiero tenerte cerca, conocerte, disfrutar y conservar los besos, abrazos y caricias para los tiempos venideros. Juguemos a ser amigos. Dejame que me enamore mil veces antes de llegar a vos para luego no abandonar el barco en medio del mar.

10/7/09


¿Cómo saber cuántos besos no eternos pero sin fin se darán nuestros labios? Viniste a desestabilizar mi mundo ético y moral con tu dulzura irresistible. Dejaste todas mis teorías y supuestos patas para arriba con cada mirada, y ahora no puedo dejar de pensarte. No sé quién sos, pero me muero por descubrirlo entre tus brazos.

9/7/09

Sólo espero que no vuelva ese maldito sentimiento de soledad incontenible
que adormece hasta el último suspiro.

5/7/09

Te extraño, extraño tus formas, tus palabras, tus sonrisas, tus miradas, tus muecas, tus gestos imperceptibles. Extraño no poder tocarte, tu manera de sorprenderme, tu dulzura. Extraño todo lo que creo que sos, lo que imagino que podrías llegar a hacerme sentir si existiese un mundo para los dos. Pero no estás, así que me equivoco. No te extraño, te deseo a vos y a lo que generás en mí con sólo escucharte del otro lado del teléfono.

29/5/09

día gris




Nada de lo que pueda sentir o decir en este momento me ayudará a descifrar quién soy. Mis días de alegrías desmedidas quedaron atrás, ya no soy ni la mitad de aquella niña que se paseaba sonriente por doquier e iluminaba con sus ganas de vivir hasta el último rincón de la casa que nunca fue su hogar. Odio tener que admitirlo, pero no sé en qué lugar la perdí. ¿O quizás me perdió ella a mí? Ese es un gran consuelo para este nuevo corazón repleto de penas y de un vacío de sensaciones inexplicables.

26/5/09


Te apoderaste de mis horas de sueño como si fueses el amo y señor de mis pensamientos; e imaginé ese mundo perfecto que no cabe en nuestra realidad. Te lo pedí de mil maneras, hasta utilizando las dulces estrategias por las que asegurás ser capaz de darlo todo, pero no me dejaste escapar. Se puede llenar cualquier vacío, menos el de un amor sin despedida. Y lo que más duele es tener que convencernos de que es imposible, cuando eso no significa más que las circunstancias a las que nos atamos para no volar más alto. Pero me callo otra vez para que pienses que estoy de acuerdo en que te resignes, aunque ya no creo en tus palabras y sus dimensiones.

22/5/09




Quiero ser tu amor imposible, virtual, telefónico, de lápiz y papel; tu amor de a ratos, de fin de semana y de días hábiles; tu amor improvisado y estructurado; tu amor de pensamiento, convencido, en acciones y de palabra; tu amor con derecho a roce; tu amor de película, novela, cuento, poesía y poema; tu amor a escondidas y frente al mundo; tu amor sin atajos, con cordura, desmedido, inoportuno e inesperado; tu amor de amigos, novios y amantes; tu amor desesperado, con angustias, miedos y celos; tu amor de alegrías, compromisos impostergable y deseos. Quiero ser tu amor efímero y tu amor duradero... quiero ser tu amor.
¿Dónde estuviste cuando te necesitaba?

7/5/09

"Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis emociones. A esa rosa donde quiera que esté, dedico este trabajo, con la esperanza de hallarla algún día, o de dejarme hallar por ella".
"El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry.

4/5/09


Lanzaste el nosotros al olvido mientras yo soñaba con un amor diferente, especial, excepcional... Te olvidaste de mí hasta convencerte de que sólo sería una historia más en tu vida. Te olvidaste del sabor de mis besos, de observar mis sonrisas y del brillo de mis ojos pidiendo a gritos tu atención. Te olvidaste de escucharme y jamás entendiste que mis reclamos no eran más que necesidades vitales para nuestro amor. Siempre seguí por vos, y también me olvidé de mí. Ahora me pedís que no me rinda, que me mantenga en pie en un frente con nulas posibilidades de dar batalla; pero tengo el corazón estrujado de tanto esperar lo que nunca llegó, viciado con enfermedades de pronóstico reservado.

Te llevaste los sueños de mi mundo de fantasías y te escondiste en un laberinto del que nunca pudiste escapar, y yo quedé atrapada entre las verdades de historias frustradas y amores no correspondidos. Te lo pedí una y otra vez. Pero los finales felices no existen para mí, una pequeña criatura insignificante que lo apuesta todo a riesgo de perder. No me puedo quejar, nuevamente, fui víctima de mis caprichos, ilusiones y expectativas desmedidas. Sólo exijo que me concedas el beneficio de no sentir cuando aún percibo tu presencia husmeando donde no debe; mientras guardo tu nombre y nuestros recuerdos en mi alma como secretos en una cajita de cartón corrugado que se deshace con la fragilidad del agua.

28/4/09

Abrime el corazón y llevate mi alma, esa esencia que esconde lo peor y lo mejor de mi ser. Llevate todo. Ya no quiero sentir . Dejame elegir, al menos, esta vez.

18/4/09

Mantenete distante, y procura que aprenda a manejar mis ilusiones. No quiero jugar el juego que perdí antes de apostar. Pero dejame verte, quiero contemplarte como aquel día que juraste lo que no sentías impulsado por mi respiración intermitente. Sí, me hago cargo de tus mentiras y de tus falsas promesas también. No me importa ser ciego ni mendigo, sólo dame un espacio en tu mundo. Ínfimo, casi imperceptible.

16/4/09

Desmenuzaste cada uno de mis sueños para aniquilarlos con la esquirla de tu desamor. Y aunque lo creas, no es un nuevo reproche. Ya nada queda.
Me clavás un puñal por la espalda y pretendés que siga en pie, que no llore como suelo hacerlo y que reconozca que tenés razón; también, que aplauda y me saque la galera. Esperás que me quede a ver el final de la película que yo misma escribí, pero que inesperadamente concluye con un derroche de ilusiones, besos, palabras, fantasías, proyectos y reproches. Y ahora que llegamos hasta ese lugar del camino al que no queríamos llegar, al de lastimarnos y volver a la ruta en vano, me encantaría odiarte, levantar el escudo y simular que el tiempo curará esta herida. Pero no puedo ¿Decime cómo borro de mi cuerpo tus huellas si lo único que añoro es tenerte un día más antes de que se acabe el mundo?

13/4/09

Entre la razón y el corazón, hay un mar de dudas. Pero tu mirada inocente ya no me convence, aunque sepas que mis benevolentes palabras sólo justifican lo que no quiero. ¿Cómo cambio este sentimiento por una razón para seguir? ¿Derrochando el tiempo que no querés? ¿O es estúpido decir que quiero que mueras por mi amor y que las locuras sean la regla y no la excepción?
¿Cómo encontrar al testigo que nadie vio? Otra vez el culpable queda exento de condena por falta de pruebas mientras la víctima vuelve a padecer aquellos viejos días de soledad intermitente. Y ésta que nunca se va, y parece mirarlo con zozobra desde la ventana, sonríe irónicamente y jura en medio de un susurro: no será la última ni la primera vez que un corazón muera por amor. Pero al culpable parece no importarle, y hasta coquetea con la indiferencia, aunque teme por su posible aparición que ya ni el odio fugaz lo haga sentirse vivo como ayer.

1/4/09

"PASAR EL MES DE ABRIL AUSENTE DE LA AMADA NO ES VIVIR"
Enrique IV de Francia a Gabriela d' Estreés
(20 de abril de 1593)
Decí que me equivoco al pensar que ya no es lo mismo. Decímelo con besos, con caricias, con miradas; decímelo todo el tiempo, incluso cuando no tengas ganas de decirlo. Decímelo con promesas y hasta con inventos si querés, pero sobre todo decí que me equivoco con hechos y yo te voy a creer.

Si tuviera la certeza de que tus palabras son sinceras no estaría despierta, en medio de la oscuridad, interrogando las dudas que no puedo responder ¿O no quiero responder? Ya no sé. Me falta el coraje para aceptar que no estás dispuesto a darlo todo por este amor; y la deducción me lleva a una conclusión que preferiría no alcanzar. Ojala, en realidad, la lógica no sea mi fuerte porque mi mundo se derrumbaría en un instante. Y así aquella verdad universal de que entre el amor y el odio hay un solo paso sería ratificada por otro corazón destrozado.

18/3/09

Quiero estar en tu mente, aunque sea en las historias que se inventa tu imaginación antes de dormir. Quiero estar, no importa cuándo, cómo ni con qué excusa. Sólo pretendo ser la razón de tu desvelo, no más que eso; y así devolverte la gentileza de quitarme el sueño e interrumpir tu nueva rutina de novio perfecto. Si es posible, atormentarte con fantasías indecorosas y que tengas que pedirle perdón hasta a mandinga. Quiero mirarte y estar ahí, impregnada en tu retina como una arena. Si es necesario, molestarte un poco también; no importa dónde, cuánto ni porqué con tal de no serte indiferente. Quiero estar para sentirme viva por existir en tu vida.

14/3/09

Amor, amarte es estar enamorado de tu sonrisa y
de mi forma de ser por ti.
Ahora que espero y que no pienso, que decís lo verdadero, que me miento y te consuelo, que no digo pero siento, que lo creo y lo defiendo, que me excuso y no te entiendo, que me busco y no te encuentro. Ahora que no te tengo y me pierdo, que me ciego y no te veo. Ahora que todo es raro, que nada es dulce y que no es amargo, que no hay color, que no es perfecto. Ahora que no te beso, que no te escucho, que no te toco, que no te huelo; ahora es cuando te extraño, cuando me duele y cuando te amo.

10/3/09

"YO PENSARIA NO SER AMADA SI LO FUESE CON MODERACION"
Ninon de Lenclos al marqués de Sevigne.

12/2/09

Empiezo a leer tu mensaje y, entre líneas, solamente encuentro reproches. Sé que ya advertiste mis errores una y otra vez, pero no sabés que me juré mejorar esas cosas que también odio de mí, pero que me hacen ser yo. Por eso creés que no me invade la culpa en esta inesperada despedida. La luna ya no dice nada; ni siquiera histeriquea escondiéndose tras las nubes. Y pensar que ya nunca te volveré a ver. Al menos, me consuela saber que habrá otras historias insignificantes merodeando por aquí y dispuestas a reiterar los reclamos del único y verdadero amor, ese que se escapa cuando no quedan más que pedazos de un corazón por ofrecer.

2/2/09


Cuando se ama con el alma, se ama en forma desmedida. ¿O debe un corazón sufrir por quien dice amarlo? Quizá sería mejor amar con la mente y el cuerpo, al menos nada tendría que reprocharle mi amor a tu amor. Sé que mis necesidades son tan egoístas como las que pondera tu deseo de libertad. Pero mi única culpa es este amor incondicional que trae consigo ese sentimiento detestable de creer que el mundo no tiene sentido si no estás, y que me hace sentir totalmente insignificante si mis besos no bastan para hacerte feliz.

Robó todas sus ilusiones y a los pocos días ya estaba aferrado a otro cuerpo. Con un "está bien" terminó aquella conversación mientras ella esperaba una confesión de amor que nunca llegó. Tampoco hubo un beso de despedida. Ni siquiera le permitió que se lo llevara de arrebato en otros encuentros casuales, aunque él supiera que su negación no era más que la dignidad que ella ya había perdido al desnudar su alma; esa que lastimó como si fuera dueño de un corazón despechado. Pero era la primera vez que lo amaban de verdad. Por eso, le cabe la culpa del menosprecio. El se arrepintió a tiempo, aunque ella hubiera esperado mil años para escuchar esas palabras. Tal vez para que el propio ego no sufriera una mala jugada; o tal vez para olvidar el error que cometió su corazón enamorado: la entrega absoluta. Sin embargo, en el momento del purgatorio terrenal, sin ilusión alguna, aquella alma desnuda había preparado la coraza que contiene todas las pasiones. Aceptó las disculpas y se guardó los reproches del pasado que hoy escribe a oscuras en medio de una noche de insomnio.