Poco dura la verdad en tu mirada cuando creas una musa inspiradora sabiendo que cae de un cielo sin destino, cuando forzás un camino que sólo te lleva al mismo lugar. Intentando olvidar lo imposible te refugias en el tiempo que te traiciona anunciándose como el sanador de las heridas. Pero las horas no avanzan porque aquel sueño se perdió entre tus manos. Llenando ese vacío como ya lo hiciste pero sabiendo que los sentidos nunca dejarán de tener miedo porque nunca volverá la seguridad que sentías en sus brazos. Una vez más vuelves a caer y seguramente la nueva musa lo haga. El dolor te invade con los recuerdos de besos que nunca más volverán por las dulces mentiras que dijiste mirándola a los ojos. La magia se terminó en el momento en que decidiste cambiar su olor por una fragancia de turnos y el sol se escondió para que ya no puedas ver los colores del alba. Se ha perdido tu forma de amar por no haber logrado llevarla a cielos con nubes de miel. Y volverás a escribir el cuento de un nuevo fracaso amoroso que jamás tendrá un nombre, ni una dirección, ni un porqué.