2/8/08


Hay momentos en los que uno quisiera detener el tiempo… y otros en los que simplemente el tiempo se detiene. Empiezan a sonar suavemente los acordes que le dan comienzo a ese tema que hicimos nuestro. Ese que no hace más que recordarte en cada estrofa. Te miro y tus ojos color miel me dan la mirada más cómplice que vi alguna vez. Sabés que lo estaba esperando y sé que iba a llegar pero nuevamente me sorprendés. Como lo haces cada día con esa dulzura que solamente yo sé que existe. Los pensamientos no me dan descanso, dan vueltas y vueltas, como si se fueran a escaparse de mi cabeza ¿Le voy a decir alguna vez todo lo que siento? Como siempre, te sonrío, porque es sólo tuya la facilidad de robarme lo más preciado, y también lo sabés. Susurro nuestro tema y de pronto, únicamente estamos vos y yo en esa habitación de dos por cuatro. Te reís, nada más hermoso en ese momento, y recuerdo las miles de veces que lloré al escucharlo y pensarte antes de dormir. ¿Es amor? No sé ¿Es amor? No sabés. Demasiado cobardes para descubrirlo.