2/12/08


Dejó el libro a medio leer sobre la mesa de luz al igual que nuestra historia, y se fue. La cuota de amor recibida es una deuda impagable que jamás tendrá recompensa. Lo peor es la esperanza del regreso cuando no hay un solo día que se acuerde de mí ni de todos los besos que le di. No existe corazón que se atreva a lastimar así. Aquel era de hojalata y saldó con creces viejos desengaños.