1/4/09


Si tuviera la certeza de que tus palabras son sinceras no estaría despierta, en medio de la oscuridad, interrogando las dudas que no puedo responder ¿O no quiero responder? Ya no sé. Me falta el coraje para aceptar que no estás dispuesto a darlo todo por este amor; y la deducción me lleva a una conclusión que preferiría no alcanzar. Ojala, en realidad, la lógica no sea mi fuerte porque mi mundo se derrumbaría en un instante. Y así aquella verdad universal de que entre el amor y el odio hay un solo paso sería ratificada por otro corazón destrozado.