4/5/09


Te llevaste los sueños de mi mundo de fantasías y te escondiste en un laberinto del que nunca pudiste escapar, y yo quedé atrapada entre las verdades de historias frustradas y amores no correspondidos. Te lo pedí una y otra vez. Pero los finales felices no existen para mí, una pequeña criatura insignificante que lo apuesta todo a riesgo de perder. No me puedo quejar, nuevamente, fui víctima de mis caprichos, ilusiones y expectativas desmedidas. Sólo exijo que me concedas el beneficio de no sentir cuando aún percibo tu presencia husmeando donde no debe; mientras guardo tu nombre y nuestros recuerdos en mi alma como secretos en una cajita de cartón corrugado que se deshace con la fragilidad del agua.