3/6/10


Este personaje-persona niega las acusaciones espurias que recaen sobre su ¿persona o personaje? La máscara reposa cada noche en la mesa de luz. El personaje es quien a menudo te habla, no quien escribe estos versos. Advierte que mi insana costumbre de dramatizar y exponer cada vivencia lapida la dulce exclusividad que te otorgaron mis besos. Y aunque no lo creas, y aunque también a mí me cueste admitirlo: tengo la libertad de mil palomas enredadas en el estómago, en el pecho y la mente. Y cuando llega ese preciso instante en el que dispongo mi cabeza a blanquearse como la engañosa luna, de pronto aparece -sin que la invite a participar de mi desvelo- la maldita inspiración que me quita el sueño y la calma. La inspiración que me recuerda a martillazos cuan consciente soy de nuestra realidad (y digo nuestra por no decir tu realidad y mi realidad), y aunque me pese saberla entre tanta falsedad me da vida día a día. Porque no puede el hombre vivir fingiendo, ¡pero cuánto debe fingir para seguir viviendo! El gran dilema es si vale la pena ser iglesia y hereje de esta incertidumbre que hiere y lo envuelve todo.