14/6/10



Mejor que a mi vecino, su impronta peronista
Mejor que a mi hermana, las energías y el silencio
Mejor que a mi abuela, su espíritu bondadoso
Mejor que a mi padre, los pies y el rock and roll
Mejor que a mi madre, la devoción por su familia
Mejor que a mi amiga, esa locura contagiosa
Mejor que a mi perra, su abrigo de Independiente
Mejor que a mi jardín, el aroma a tierra húmeda
Mejor que a mi cama, esa almohada sin cuerpo
Mejor que a mi abuelo, las mañas y el egoísmo
Mejor que a mi prima, esa figura angelical
Mejor que a mi tío, la horma y el zapato
Mejor que a mi amigo, su discurso socialista
Mejor que a mi vecina, los ruleros y las canas
Mejor que a mi corazón, esta tristeza infinita
Mejor que a mi colegio, los recreos extendidos
Mejor que a mi barrio, la vida de viejo
Mejor que a mi mochila, su duende colgante
Mejor que a mis libros, el olor a humedad
Mejor que a mi escritorio, ese orden milimétrico
Mejor que a mi armario, la ropa por colores
Mejor que a mi diario, los recuerdos de mil amores
Mejor que a mi escritura, la rima y la métrica
Mejor que a mi blog, este infinito de pavadas,
mucho mejor le sienta tu mirada a mi mirada.